
Palermo.
Comenzamos por la capital. Palermo fue antaño la
joya del imperio normando, hay que visitar su Capilla Palatina (siglo XII)
-dentro del Palazzo dei Normanni- y el bullicioso Mercado de Ballaró, lo más
parecido a un zoco árabe en Europa, sigue siendo ruidoso y variopinto. Bajando hacia el mar, bien sea desde Monreale, o desde
la salida de la autopista, accedemos a Palermo a través de la Via Calatafami, eterna
avenida que nos da una idea del tamaño de la ciudad. A los lados (y mal
señalizados como es habitual en Sicilia), están dos visitas tan contrapuestas
como atractivas. Por un lado las Catacumbas de los Capuchinos en el
Monasterio homónimo, famosas por sus cuerpos embalsamados, que gracias a las
rupestres pero eficaces técnicas de conservación muestran momias “disecadas” de
difuntos. Por el otro la Zisa palacio
normando de arquitectura árabe recientemente
restaurado que era residencia de
los reyes normandos que gobernaban Sicilia desde Palermo. Siguiendo Corso
Calatafami nos encontramos con la Porta Nuova, al lado
del Palacio
de los Normandos, alzada en 1460 para abrir la principal arteria de
Palermo, la Via Vittorio Emanuele. Su techamen
cubierto de azulejos es sin embargo una reforma de estilo manierista de 1535,
promovida por el virrey Colonna para conmemorar la entrada triunfal del
emperador Carlos V tras la victoria en Túnez. La restauración de 1696 para
“parchear” los destrozos del terromoto añadió los 4 moros. Via abajo
enocntraremos la villa Bonnano a la derecha con el Palazzo Sclafani de 1330
en uno de sus esquinas (hoy sede de la Comandancia Militar) y el Hospital

y Cuartel de San
Giacomo a la derecha.Seguidamente a la derecha encontramos la plaza de
la Catedral. El edificio catedralicio, alterado continuamente
no ha perdido sin embargo su majestidad. Fue basílica paleocristiana, mezquita
árabe, y templo cristiano para los normandos. Unida
por dos arcos a la torre del campanario, ofrece una preciosa foto panorámica.Sin perder el hilo de Ariadna de Vittorio
Emanuelle, curioseando por los comercios, y haciendonos
cargo del intenso trafico de coches, motos, motocarros, peatones, etc..., llegamos a Quattro Canti (Piazza Vigliena). Cortada por Via Maqueda, Emanuelle se abre a un armonioso espacio donde cuatro fachadas cóncavas de edificios del XVIII articulan en tres ordenes estatuas de los cuatro estaciones, los reyes españoles, y las cuatro santas palermitanas de cada distrito. Por la noche es imprescindible acercarse a la Plaza Pretoria, custodiada por el Palacio Senatorio, actual ayuntamiento y por la suntuosa Iglesia de Santa Caterina. En el centro de la plaza los jovenes de Palermo se congregan alrededor de la fuente Pretoria mientras los turistas se fotografian sin parar. A la salida de la plaza Pretoria llegamos a la Plaza Bellini circundada por el Antiguo Teatro y hoy pizzeria, y por la preciosa iglesia normanda La Martorana, además de la Iglesia de San Cataldo. Al otro lado de Vittorio Emanuelle, hallaremos entre callejuelas, el fascinante mercado de la Vucchiria. Su nombre deriva del francés, boucherie, es decir carnicería. Creció a partir de los siglos X-XII alrededor de la plaza Caracciolo y la vía Argenteria. Los puestos de fruta, pesacado, carne, quesos, especias, gangas, etc.. adquieren un halo mágico cuando cae la noche y los puestos encienden sus enormes focos y la luz se refleja en sus carpas rojas. La mezcla de olores y colores es tan indescriptible como inolvidable. En la Piazza Verdi se levanta imponente el Teatro Máximo (1875-1897),
obra cumbre de Giovanni
Battista Basile, que finalizó su hijo Ernesto y
cuya inauguración tuvo a la obra de Falstaff de Verdi como primera representación. El teatro de líneas neoclásicas está
presidido por una fachada en la que se muestra un frontispicio clásico
sustentado por seis grandes columnas corintias.
Es considerado unos de los más afamados teatros líricos de Italia. Sin embargo
desde su cierre hace varias décadas las interminables obras han
impedido disfrutar de su música y de su espléndida sala de cinco pisos de
palcos que dan cabida a 3200 espectadores (Es el tercer teatro de ópera más grande de Europa). En 1998
fue reinaugurado y hoy en día es referencia en el ámbito operístico.
cargo del intenso trafico de coches, motos, motocarros, peatones, etc..., llegamos a Quattro Canti (Piazza Vigliena). Cortada por Via Maqueda, Emanuelle se abre a un armonioso espacio donde cuatro fachadas cóncavas de edificios del XVIII articulan en tres ordenes estatuas de los cuatro estaciones, los reyes españoles, y las cuatro santas palermitanas de cada distrito. Por la noche es imprescindible acercarse a la Plaza Pretoria, custodiada por el Palacio Senatorio, actual ayuntamiento y por la suntuosa Iglesia de Santa Caterina. En el centro de la plaza los jovenes de Palermo se congregan alrededor de la fuente Pretoria mientras los turistas se fotografian sin parar. A la salida de la plaza Pretoria llegamos a la Plaza Bellini circundada por el Antiguo Teatro y hoy pizzeria, y por la preciosa iglesia normanda La Martorana, además de la Iglesia de San Cataldo. Al otro lado de Vittorio Emanuelle, hallaremos entre callejuelas, el fascinante mercado de la Vucchiria. Su nombre deriva del francés, boucherie, es decir carnicería. Creció a partir de los siglos X-XII alrededor de la plaza Caracciolo y la vía Argenteria. Los puestos de fruta, pesacado, carne, quesos, especias, gangas, etc.. adquieren un halo mágico cuando cae la noche y los puestos encienden sus enormes focos y la luz se refleja en sus carpas rojas. La mezcla de olores y colores es tan indescriptible como inolvidable. En la Piazza Verdi se levanta imponente el Teatro Máximo (1875-1897),


La ciudad es bastante manejable
para poder patearla sin necesidad de utilizar transporte público/coche. Es una
ciudad que está llena de iglesias barrocas y teatros neoclásicos. Las zonas
más interesantes son la Estación Central,
Ballaro y Capo, entre la Via Vittorio Emanuele, Corso
Tukory, cortando con Via Roma y Via Maqueda, estas calles están al oeste de la
ciudad.
En Ballarò se encuentra el Palazzo
Reale o Palazzo dei Normandi y dentro de éste la Cappella
Palatina (la entrada cuesta 10 euros y es un impresionante
mosaico desde el pie hasta las cúpulas de escenas bíblicas, esta
capilla fue dedicada San Pedro), la iglesia San Giovani degli Eremiti
(el interés de esta iglesia es que fue construida sobre la base de una
mezquita) y la Piazza del Carmine.
En Capo es donde se encuentra la
Cattedrale y la Piazza della Cattedrale, el Teatro
Massimo, Piazza Beata Paoli, Quattro Canti,
Mercatto delle Pulci, el Oratorio de San Doménico
y la Chiesa de San Mateo. Recorrer las calles Via
Bandiera y Via Sant Agostino. Y en la zona de
Vucciria, recorrer Via Casari y Via Argenteria.
Haz alguna parada en las cafeterías que hay en la
ciudad y prueba los dulces Cannoli, es un barquillo de galleta dura con queso
ricota y azúcar, están impresionantes.
De Compras
La ciudad más interesante para hacer shopping
es Palermo y su Via della Liberta’, en esta
calle se concentran un gran número de marcas italianas (Miu Miu, Prada,
Dolce&Gabanna, Liu.jo, Emporio Armani o Gucci) y Francesas (Hermès
o YSL), así como vías tiendas multimarca (con firmas
de moda internacionales).
Sin embargo, son más interesantes sus mercadillos
de calle. Acércate hasta el mercado Ballarò, tiene
principalmente comida, ropa y cachivaches en general, pero aquí si que vas a
poder vivir el pulso de la ciudad y la Sicilia más auténtica. Altamente
recomendable comprar aquí la bresaola (casi 15€ más barato que en España), el
parmesano y el pesto. Otro mercadillo por el que merece la pena pasarse es el Mercato
delle Pulci (tiene un aire al de Bruselas, si bien aquí los puestos tienen su
espacio) donde podrás encontrar de todo, eso si, tienes que mirar bien .
MONREALE

ERICE


Merece la
pena bordear Erice por las calles más tranquilas hasta llegar al castillo y a
los jardines comunales, Giardino del Balio,
donde el esfuerzo de subir las cuestas se ve recompensado con la paz, las
vistas, y la visita al castillo.
Para
llegar a Erice podemos elegir entre el ascenso en un moderno Funicular (Funivia
de Erice www.funiviaerice.it/ ) que permite volar por encima de las
laderas que van dibujando las islas Egadas
o por el ascenso en coche desde Trápani (14 km), que zigzagea casi de forma
interminable, pero que ofrece panorámicas del mar que parece estar al alcance
de la mano.
CASTELLMARE DEL GOLFO
Del golfo que baña
sus aguas recibe el nombre Castellemare del Golfo, enclavada
en un puerto
natural entre San Vito lo Capo al oeste
y Terrasini al este, y a unos 40 km de trápani
Ya para los griegos fue una salida al mar de la ciudad de Segesta,
labor estratégica continuada
por los árabes que erigieron una fortaleza en el promontorio que sobresale de la costa. La fisonomía del castillo actual, de
forma trapezoidal es obra de los aragoneses, que levantaron un macizo edificio.
Además del castillo, la iglesia Matrice y el paseo por el puerto, no debemos
perdernos la visita a la antigua fábrica atunera
de Scopello y la reserva natural de lo Zingaro, y a poder ser bañarnos en sus pequeñas
playas de agua azulada. Se trata del
lugar ideal para establecer la base desde la cual descubrir toda la parte occidental de la isla de Sicilia, pues está muy
bien comunicada, ya sea en vehículo privado (la ciudad está muy cerca a la
principal autovía siciliana, la A-29) como en transporte público (dispone de
una estación de ferrocarril y de servicios de autobús que la conectan con
Palermo, Trapani y muchas otras localidades).

TRAPANI-MARSALA
Trápani es
a priori el patito feo de las capitales de provincia de Sicilia. Lejos de
desprender la grandiosidad de Palermo, los rincones de Catania o la elegancia de Siracusa.
Merece conocer
Trápani para poder discrepar con conocimiento de causa.
Conquistada por los normandos en el 1077, Trapani recibió un nuevo impulso
económico por parte de los aragoneses, gracias sobre todo al comercio de sal,
coral, y conservas de atún, y sobremanera al ser punto de
paso de los cruzados. Llegando desde la autopista de Palermo,
accedemos a la periferia que nos conduce al Trápani. Tanto el Santuario de la Annunziata
como el Museo Pepoli merecen retrasar la visita al centro de la
ciudad.

Desde
Trápani hasta Marsala
se extienden las salinas. El cultivo de la sal ha dotado la región de
un sello
diferenciador que ha determinado las relaciones económicas, sociales y
paisajísticas entre los habitantes de la provincia de Trápani y su entorno. El
itinerario denominado “Via de la Sal” enfila su hilera
irregular de molinios que dibujan un paisaje que Cervantes ya evocó. Los
túmulos de sal, cubiertos de tejas de terracota parecen mantas que salvaguardan
la sal. Actualmente aún se extrae sal de forma artesanal, de modo
simbólico, generando un tipo de sal de gran calidad, y de coste a precio de oro. Al atardecer, los molinos despiden al sol,
que ocultándose tras el mar mancha de tonos rojos las últimas líneas de cielo
de Trápani.
ISLAS EGADES
Las islas Egades, o Egates, son un pequeño archipiélago de
tres islas, Favignana, Levanzo y Marettimo
que se abren al Mediterráneo enfrente de la costa de Trapani..
Favignana, la más grande, está a apenas 6 kilómetros, y
Marettimo, la más lejana está a unos 35 kilómetros. Las
temperaturas en las Egadi oscilan desde los 6 grados de media en Enero y
Febrero a los 45 en pleno agosto. Los cartagineses convirtieron las Egades
en base estratégica, y no en vano sus costas vivieron una de las
batallas más
célebres del mundo antiguo. En el 242 a.C en plena I guerra
púnica cartagineses y romanos derramaron su sangre dando nombre a Cala Rossa,
donde las aguas tiñeron el mar de rojo. La victoria de los romanos que
hundieron cincuenta naves, y apresaron otras setenta, confirmo y conformo el
control de los romanos en Sicilia. Los árabes y normandos emplearon las islas
Egadi como plataforma de sus conquistas por el Mediterráneo, y el mismo uso
dieron los piratas berberiscos que se escondían en sus
calas para iniciar la rapiña de las costas del Mare Nostrum. La gastronomía
local es, lógicamente marina, y destaca el pez espada y las variantes de atún.
las “cassatedde“, son los postres típicos de las Egades, unos
raviolis fritos rellenos de requesón y escamas de chocolate, espolvoreados con
azúcar.
Como
llegar a las islas Egades Para
llegar a las Egades existen los servicios de Ustica
Lines y Siremar que ofrecen, ferries (mototraghetto
veloce o tradizionale) e hidrodeslizadores (aliscafi) desde Trápani. en verano
la frecuencia aumenta. Además, entre las islas hay numerosos servicios que
permiten conectar las Egades con rapidez. De Favignana a Levanzo apenas se
tarda 10 minutos, y a Marettimo unos 30 minutos. Según los horarios de las dos
compañías es más recomendable comprar sólo billete de ida. Como siempre si hay
prisas los aliscafos son la solución, y si hay que reducir presupuesto, los
ferries son más baratos y permiten disfrutar más del viaje hacia las Egadi.
Las ÉgadasSon un espectáculo natural de incomparable belleza,
por las playas limpísimas y las aguas cristalinas. El archipiélago está
formado por tres islas grandes – Favignana, Levanzo y Marettimo –
además de una serie de islotes y escollos, las Égadas forman parte de la
homónima Reserva Marina.
Puntos de interés
En Marettimo, destaca por su característico centro habitado lleno de casitas de pescadores. Con la barca se puede llegar a las numerosas grutas, como las del Camello y del Atún.
En Levanzo, en la Cala Minnula, se podrán visitar, con un guía submarinista, los restos de una antigua embarcación de edad romana. Magnífica es también la Gruta del Genovesse con incisiones y dibujos prehistóricos.
En Favignana hay que bañarse en las aguas de Cala Azzurra, llamada así por el color de sus aguas. Maravillosa es también la Gruta “Perciata”, término que en dialecto indica que la gruta está “agujereada” en la parte superior. Por la abertura entra la luz del sol que hace resplandecer las aguas.
Puntos de interés
En Marettimo, destaca por su característico centro habitado lleno de casitas de pescadores. Con la barca se puede llegar a las numerosas grutas, como las del Camello y del Atún.
En Levanzo, en la Cala Minnula, se podrán visitar, con un guía submarinista, los restos de una antigua embarcación de edad romana. Magnífica es también la Gruta del Genovesse con incisiones y dibujos prehistóricos.
En Favignana hay que bañarse en las aguas de Cala Azzurra, llamada así por el color de sus aguas. Maravillosa es también la Gruta “Perciata”, término que en dialecto indica que la gruta está “agujereada” en la parte superior. Por la abertura entra la luz del sol que hace resplandecer las aguas.
La Mattanza Las hoy placidas Egadas, han sido incólumes testigos de uno de los espectáculos más violentos y al mismo tiempo fascinantes de la relación del hombre con la naturaleza
Pinturas prehistóricas encontradas en Favignana ponen edad al oficio de los tonnare, expertos pescadores de atún, que con sus técnicas, artes y modus vivendi han representado como pocos la dureza del mundo del mar. Rosellini mostró como nadie la angustiosa captura de los atunes en el clásico Stromboli, donde el marido del personaje interpretado por Ingrid Bergman es uno de los tonnare. Instituidas como motor de la economía insular, la única activa de las más de cincuenta tonnaras que proliferaron por Sicilia, es la de Favignana. Es en los meses de Mayo y Junio, cuando los bancos de atunes en época de reproducción bordean las costas de las islas. Reconducidas a través de barreras artificiales hacia una consecución de cámaras rectangulares, son rodeadas en la “cámara de la muerte” por los barcos de los pescadores, que arponean los atunes en lo que acaba siendo una mezcla de matanza simbólica donde tradición y simbolismo se acaban de fundir con un espectáculo turístico donde la solas de sangre y espuma saltan a los barcos. A cambio de un determinado precio se puede acompañar a los pescadores. No es recomendable para aquellos que no deseen sufrir con las cruentas escenas de los atunes arponeados e izados a los barcos.
MARSALA
El primer escenario con el que
uno tropieza, al llegar a Marsala, es el Stagnone, la laguna más grande de Sicilia . Considerada una de las zonas húmedas más
importantes de Europa, es un
espectáculo que entusiasma con las salinas que se
reflejan en el cielo y sus cuatro preciosas islas (Isla Longa, Santa Maria, Schola y Mozia) delicadamente acostadas en el
agua. Las salinas, que se extienden a lo largo de la costa,
forman parte de la Reserva Natural de las Islas de Stagnone (www.salineditrapani.it). Un lugar fuera del mundo, donde se puede vivir
la emoción de ver las grandes palas de un molino, que aún funcionan, girar con
el viento, accionando los engranajes internos. Después, por la tarde, ocasos
extraordinarios encienden de mil colores los espejos de agua de las cubas en el
candor de la sal. Desde estas orillas, una
barcaza conduce a otro destino extraordinario, Mozia, isla encantandora
que custodia los restos de uno de los asentamientos púnicos más importantes del
Mediterráneo en un marco natural de una belleza extraña.
El casi siempre presente sol anima a comprar un
pedazo de queso, abrir un buen vino, y comer cúal Lazarillo
de Tormes en la tranquila Marsala.
SAN VITO LO CAPO
San
Vito lo Capo es un pequeño pueblecito del norte de Sicilia, situado entre la
reserva natural
del Zingaro y el Monte Cofano. En sus orígenes fue un pueblo de pescadores y aún
conserva su sabor marinero, aunque ahora se ha convertido en un importante
centro turístico gracias a su magnífica playa de fina arena blanca y aguas
cristalinas.Tiene una población de 4.000 habitantes, todos emparentados entre
sí. El desfile vespertino por el Corso es el único evento social digno de
mención, además de las concentraciones de bañistas en las playas. Al menos para
los sicilianos, a quienes jamás se les pasó por la cabeza la audaz idea de
hacer una excursión hasta la bahía de Scopello, atravesando la cercana área
protegida de la Reserva Natural dello Zingaro, visita obligada para los amantes
del senderismo. Desplazarse a pie sin necesidad, caminando por la maleza que
cubre el ecosistema del maquis, eso solo parece que se les puede ocurrir a los
'chiflados europeos' del norte. Destinar una jornada merece la pena.San Vito Lo
Capo, en la provincia de Trapani, cuenta con ese aire amable y acogedor de las
ciudades del norte de África como Argel o Tunicia.La
península donde se ubica San Vito lo Capo tiene a los flancos dos reservas
naturales, la de Monte Cofano y la Reserva naturale de lo Zingaro.
El ambiente de la playa del municipio, con sus palmeras, sus casas bajas
decorando con buganvillas sus patios se semejan a las tradicionales kasbah de
Marruecos. Pero no sólo la arquitectura y el urbanismo beben de ese aire
magrebí, puesto que uno de los platos esenciales de la gastronomía local es el
cuscús, y de ello cada año se celebra el ya célebre Couscous Festival, que
reúne a los maestros cocineros de esta especialidad mediterránea en una
competición por países.
El otro monumento destacado es el templo de St.
Crescentia, de estilo árabe-normando, y que se relaciona con la
leyenda de St Vitus, el mártir ajusticiado por Diocleciano.
Sol, mar que no envidia al caribe, hospitalidad y
los mejores platos de pescado de Sicilia nos esperan en San Vito lo Capo, un
destino agradable para unas vacaciones de los que conociendo Sicilia quieren
pasar una larga temporada.
Reserva del Zingaro: Hay dos
entradas en la reserva:
- Al Sur: desde Scopello
- entrada principal con estructuras para la acojida.
Desde la autopista A/29 Palermo-Mazara tomar el enlace para Castellammare del Golfo. Seguir la SS 187 en dirección a Trapani hasta el enlace para Scopello.
- Al Norte: desde San Vito Lo Capo
Desde la autopista A/29 Palermo-Mazara tomar el enlace para Castellammare del Golfo. Seguir la SS 187 en dirección a Trapani hasta el enlace para Scopello.
- Al Norte: desde San Vito Lo Capo
Llegar hasta la SS 187 como explicado antes y
después girar por el enlace para San Vito. En ambos casos hay
que dejar el medio de transporte en los aparcamientos y depués seguir a pié.
Tarifas Costo de la
entrada: 3 € - Chicos 10 - 14 años:
2 € - Grupos: 0,50 €- Visitantes con menos
de 10 años: gratuito.
CEFALU
VOLCAN ETNA
Durante la primavera, en las laderas de lava del volcán
Etna, eclosionan unas delicadas islas florales a más de 2.000 metros de
altitud. Aunque el entorno del volcán, todavía activo, parezca inhóspito y
desolado, la tierra, sin embargo, es muy fértil. Una visita obligada en un viaje
a Sicilia. Dicen de este volcán que se ve desde la Luna. Pero como no está
al alcance de todos ponerse en órbita para comprobarlo, puede asomarse a su
cráter en teleférico. También es posible rodearlo en todo su perímetro a
bordo del tren Ferrovia Circumetnea. Ojo al visitante, hará frío así que
programad una buena chaqueta.
La subida al teleférico, no dura más de veinte
minutos. Los microbuses ya están esperando y calcula hora y media por allí. El
horario de los teleféricos es hasta las cinco y media de la tarde (el último)
hasta Noviembre. De Diciembre a marzo el último es a las 15,30. Compruébalo. Yo
estuve en Agosto, subí en coche por esa carretera curvlinea y menos mal que me
paré a hacer fotos a la subida, serían las 12 o así, porque al llegar al
Refugio Sapienza, fotos a los Crateres Silvestri etc, salió una niebla que tapó
todo el crater, asi que te recomeindo que pares a la subida y hagas fotos del
crater que se ve muy bien.
Las instalaciones de la Funivia del Etna se encuentran sobre el vertiente Etna-Sur del volcàn,en el territorio del ayuntamiento de Nicolosi.El servicio de transporte funiviario o de telefèricos es activo todo el año, permitiendo una emosionante subida del Etna, el volcàn más alto y activo de Europa. Cada año son más de 300.000 los visitadores que aprovechan de la moderna instalaciòn de los telefèricos,de la capacidad de 1200 personas/horas,para alcanzaren solo 15min. la cuota 2500m sobre el nivel del mar posiciòn desde la cual es posible alcanzar las instalaciones esquiìsticas en invierno y las excursiones hacia los cràteres todo el año.
SIRACUSA-ISLA DE ORTIGIA
La Oreja de Dionisio
es una gruta que se
encuentra en la zona de “Latomia
del Paraíso” (cantera de piedra) en Siracusa. Las “latomías”
(que en griego significa corte de piedra) son grandes
oquedades naturales en la pared de roca caliza que
fueron ensanchadas y habilitadas por antiguos habitantes de Siracusa. En
esta famosa cava calcárea se abre una gruta de 65 de largo, de 23 metros de alto y
aproximadamente entre 5 y 11
metros de ancho. El visitante no puede evitar un viaje al pasado siracusano para susurrar su voz y que el eco le sople por todos los rincones de la cueva. Siracusa
cuenta con uno de los patrimonios arquelógicos más ricos de Sicilia,con
la península de la Ortigia, nucleo original de población de los corintios que
fundaron la
ciudad, el parque arqueológico de Neápolis con su anfiteatro romano,
el teatro griego, las Latomias o canteras de piedra, la Oreja de Dionisio y la gruta Dei Cordari, o la de los Capuchinos,
donde en época griega los esclavos extraían los bloques de piedra caliza para
la construcción de edificios y murallas. Frente a la
entrada del museo arqueólogico de Siracusa, uno de los mayores errores
arquitectónicos de sicilia, el Santusrio de Santa Madonna de las Lagrimas, un edificio de 80 metros, horroroso, que
evoca la lagrimación, un suceso insólito por la incredulidad que despierta,
según el cual un cuadro de yeso de la virgen segrega gotas. Las catacumbas de
San Giovanni son una enrevesada red de laberintos subterraneos formada por
20.000 tumbas que ocupan una superficie de 10.000 cuadrados. Detras, en la vía
Teocrito está el museo del Papiro y el Museo Arquelógico Regional Paolo Orsi. La península de la Ortigia
conserva su dibujo de patios, callejuelas y plazoletas escondidas, vestidas con
elegancia del corte arquitectónico barroco, tan reseñable en la Sicilia
Oriental. Presidiendo la Piazza del Duomo
con la iglesía de Santa Lucía alla
Badia en un extremo, se ubica la catedral de Siracusa,
con sus apacibles terrazas veraniegas. En
Siracusa, es bastante complicado aparcar porque está prohibido en casi toda la
isla y la zona azul es muy cara. Por suerte,
encontramos aparcamiento no muy lejos de la isla, en una zona gratuita justo
antes de cruzar el puente que lleva a la isla de ortigia.
Junto al mar y emanando agua
dulce de forma natural, encontraremos la Fuente de Aretusa, un estanque con patos, peces de diversas especies
y plantas de papiro, y cuya leyenda de amor entre la Ninfa Aretusa y el Dios del río Alfeo, adorna el misticismo del lugar. Siguiendo
el paseo marítimo llegamos al extremo de la Ortigia,
donde el castillo Maniace, una fortaleza
construida por Federico II en 1239, defiende la península siracusana.
Fuera de Siracusa se pueden
hacer algunas excursiones muy bonitas y de breve duración: una de éstas lleva a
Cabo Murro di Porco, alcanzable tanto en coche como caminando (mucho más
hermosa); otra a la Fonte Ciane, a 10 km de la ciudad, es
alcanzable en coche o caminando,
cogiendo el autobús n. 21, 22 o 23 de Piazza
della Posta, en Ordigia a la entrada del Puente Nuevo, y bajando en el punto en
que la calle encuentra el río y de aquí continuar por una hora a lo largo de
las lozanas orillas del río Ciane, donde, único lugar además del Norte de
áfrica, los papiros crecen espontáneos.
Siguiendo la senda caminando en lugar de llegar en coche, se pueden ver también las sugestivas ruinas del Olympieion, el templo dórico dedicado a Júpiter Olímpico que se remonta a la primera mitad del siglo VI a.C. Otra posibilidad es llegar allí con una de las excursiones en barco que salen del muelle cerca del Puente Grande, que atraviesa el río cerca de la desembocadura; los barcos remontan el río permitiendo de ver tanto las ruinas como el manantial. A media hora de coche desde Siracusa en dirección Norte, en la costa, se encuentra el sitio arqueológico de Megara Hyblaea (o Megara Iblea), ciudad ante griega luego romana, cuyos restos constituyen el modelo más completo de ciudad arcaica aún existente. Por lo que concierne el mar, la costa Norte de Siracusa es absolutamente de evitar por los ascos vomitados por las industrias químicas que se asoman. A sur en cambio las playas de la Arenella y de las Fontane Bianche son guapísimas y con aguas límpidas, y por eso muy frecuentadas. En el Arenella abundan los trechos de playa con servicios de pago; mejor dar dos pasos y pararse en una de las pequeñas playas rocosas algo más a sur. Fontane Bianche es un lugar de encanto, playa de arena muy fina y de frente una inmensa piscina natural…
Siguiendo la senda caminando en lugar de llegar en coche, se pueden ver también las sugestivas ruinas del Olympieion, el templo dórico dedicado a Júpiter Olímpico que se remonta a la primera mitad del siglo VI a.C. Otra posibilidad es llegar allí con una de las excursiones en barco que salen del muelle cerca del Puente Grande, que atraviesa el río cerca de la desembocadura; los barcos remontan el río permitiendo de ver tanto las ruinas como el manantial. A media hora de coche desde Siracusa en dirección Norte, en la costa, se encuentra el sitio arqueológico de Megara Hyblaea (o Megara Iblea), ciudad ante griega luego romana, cuyos restos constituyen el modelo más completo de ciudad arcaica aún existente. Por lo que concierne el mar, la costa Norte de Siracusa es absolutamente de evitar por los ascos vomitados por las industrias químicas que se asoman. A sur en cambio las playas de la Arenella y de las Fontane Bianche son guapísimas y con aguas límpidas, y por eso muy frecuentadas. En el Arenella abundan los trechos de playa con servicios de pago; mejor dar dos pasos y pararse en una de las pequeñas playas rocosas algo más a sur. Fontane Bianche es un lugar de encanto, playa de arena muy fina y de frente una inmensa piscina natural…
MARZAMENNI
Portopalo al límite entre Europa y África, vive gracias al pescado y al tomate. Todas las noches, a las 2 de la madrugada se repite la historia: llegan los barcos pesqueros. Veloces y armónicos, los pescadores trabajan en cadena: seleccionan, acomodan en cajones, cubren de hielo y un chorro de agua completa el “packaging”. Los cajones pasan de mano en mano para ser acomodados en los camiones refrigerados, prontos a partir para el mercado central de Catania.
Merece la pena visitarlo y pasar el día.
TAORMINA Y LA ISOLA BELLA

CASTELLMOLA
La oficina de turismo está en la Piazza San Antonio. Para
tomar algo es recomendable un vino alla mandorla en el Bar
San Giorgio, en la entrada al pueblo, por donde todo ha pasado una
cola infinita de famosos en su visita a Sicilia.
La ventaja con respecto a Taormina es que el
flujo de turistas es mucho menor, y por ello se puede disfrutar de apacibles
paseos, y con una visita no menos sugerente al bar Turisi. La
peculiaridad del loca, además de su excelente vino de mandorla (almendras), y
de la tradición familiar que ha regentado el bar desde hace varias generaciones, es su decoración a base de falos
y marionetas sicilianas (pupi). Desde luego el bar Turisi no dejará indiferente
a nadie.
GIARDINNI NAXOS
El yacimiento arqueológico de Giardini Naxos
excavado en los años 60 en el extremo del cabo Schisò
mostró el trazado de las calles y casas de la antigua colonia de Naxos, además
de constatar la existencia de una zona sagrada y santuarios como el dedicado a
Aolo Arquegetes. La muralla megalítica de permite definir los límites de la
ciudad. En el pequeño museo podremos ver
piezas relativamente menores, fruto de
las excavaciones, y pertenecientes a las diferentes fases de civilización de
Naxos.
Lo más atractivo de la visita al parque
arqueológico, es disfrutar del recorrido entre numerosos naranjos que crecen
por doquier, entre los restos de edificios que ocultan al paso del caminante,
restos de cerámicas que salen a la luz cuando se da una patada al suelo.
Realmente impresiona la cantidad de material excavado, que se amontona en cajas
a la espera de un estudio más detallado, al mismo tiempo que entristece como no
se dá más salida a la cantidad de información que podría aportar una excavación
más exhaustiva y controlada del yacimiento de Giardini Naxos. Uno no puede
dejar de sentir que el expolio está a la alcance de la mano
de cualquier turista que sigiloso, alargue la mano hacia los restos que
florecen en cada rincón de Naxos. Muy cerca podemos encontarlas gargantas de
basalto de la Gola de Alkantara, o la joya
siciliana de Taormina
TYNDARI
Para terminar el circuito, la naturaleza brinda
un maravilloso refugio visual. A los pies del acantilado donde se yergue el
santuario, los Lagos de Marinello tienen una
caprichosa forma que
gracias a la vista aérea
dibujan una estampa magnífica del golfo de Patti. La Madonna nera,
El santuario de Tindari recibe el nombre por la virgen negra que preside la
iglesia. El edificio actual es reciente, 1956-79, y sustituyó a la iglesia
antigua del siglo XVI. Un lugar con unas vistas magnificas que no te dejara impasible. Alrededor del Santuario existen unas sendas por las que se puede hacer paseos. Tambien hay tiendas en las que podremos comprar una gran variedad de souvenirs. El aparcamiento se encuentra antes de llegar al Santuario.
MILAZZO
AGRIGENTO
Nos fuimos para Agrigento, concretamente al
recinto arqueológico, que está pasando Agrigento y es muy fácil llegar siguiendo
las indicaciones, justo en la puerta de entrada había un aparcamiento y
cuando
fuimos a comprar los tickets, nos dijo el chico que “quitáramos la máquina” de
allí (porque en Sicilia a los coches le llaman máquinas) que se la llevaba la
grúa y nos indicó que más abajo pasando la curva de la carretera a la derecha
se encontraban los aparcamientos del recinto y la otra entrada de acceso a la
zona arqueológica, cuya salida se encontraba frente al lugar donde nos
encontrábamos en ese momento, separada por la carretera, sacamos la entrada 10€
más 1€ por la exposición itinerante que se encontraba en esos momentos allí del
escultor Igor Mitorag que más adelante describiré.
El
Templo de la Concordia es uno de los mejor conservados de la Antigüedad
griega. Es una de las más perfectas realizaciones de la arquitectura dórica.
Posee 6 × 13 columnas y mide 16,92 × 39,44 m. Recibe su nombre por una inscripción en latín
encontrada cerca del templo, en la que figuraba la palabra latina «concordia».
ISLAS EOLIAS
Para el viajero que
recorre Sicilia, tan llena de atractivos, una excursión a esas islas puede ser
un complemento interesante, puesto que el viaje por el mar y su origen
volcánico suponen un atractivo adicional. El conjunto de las islas fue
declarado Patrimonio dela Humanidad por la UNESCO en el año 2000. El puerto más
cercano para viajar hacia las
islas es Milazzo, situado en la costa
norte de Sicilia, a 250 Kms. de Palermo, 120 Kms. de Catania y 38 Kms.
desde Messina. De allí parten ferrys y aliscafos que llevan a las
distintas islas. Si lo que atrae más al viajero son los volcanes activos, las
islas a visitar son Vulcano y Strómboli. A Vulcano puede irse y volver en el
día; Strómboli, más alejada, exige pasar noche, pero compensa suficientemente
el espectáculo del volcán vivo, que produce una extraña atracción.
La isla de Vulcano está más
cerca de la costa siciliana (dos horas en ferry, bastante menos en un
aliscafo). Tras el muelle del puerto se extiende un lindo pueblo con numerosas
casitas y
vegetación. La pista de subida al volcán tiene bastante pendiente y
resulta molesta de subir pues la ceniza de lava es un mal soporte para caminar.
Cuesta una hora llegar a la cumbre. El cráter del volcán desprende vaharadas
sulfurosas, entre lodos crepitantes, de olor penetrante; los carteles advierten
del peligro de intoxicación en caso de estancia prolongada. Allí arriba la
vista es espléndida: por un lado, se contempla la profundidad del cráter; por
otro, el conjunto del archipiélago y se domina el resto de la isla y de la
cercana Lipari, que ofrecen un paisaje de calas azules, puertos deportivos y
playas. Junto al mar,
en el farallón de Levante pueden tomarse baños de lodo
caliente, que parece tener cualidades terapeúticas.Cómo llegar: Se puede
llegar a las islas Islas Eolias desde Sicilia a través del ferry que
parte: En Messina, con servicio a las 6:50, 8:40, 13:25, 15:25 y 18:55 horas.
El trayecto de 3:30 horas por un precio de 25€.
En Milazzo, con salidas a las 6:20, 9:50, 9:40, 12:00, 14:25, 15:10, 16:20,
19:10 horas. El trayecto es de 2:30 horas y el precio de 18€. En Palermo, con viajes de 4:30
horas a las 6:55 y 14:00 horas. El precio es de 44€. En Cefalu, con sólo un
servicio a las 8:15 horas. El trayecto es de 2:50 horas y el precio aproximado
28€.
SCALA DEI TURCHI
Entre las playas que dominan la Scala dei Turchi se encuentran Rosello, Giallonardo, Le Pergole y Punta Grande, todas con excelente arena fina y con mar de un azul turquesa realmente invitante. Este acantilado se levanta en medio de hermosas playas de arena fina a la que se accede solo si se camina por las blancas escaleras de la piedra. Es sin lugar a dudas un lugar muy sugestivo y hermoso que os impresionará incluso antes de llegar.El mar es increíblemente transparente, unido a la brillantez de los escalones blancos, todos inclinados en dirección al mar.Un lugar que no se pueden perder. Lo mejor de la visita es que es gratis (raro en Sicilia). Es recomendable sin duda alguna tomarse su tiempo en esta cala de Sicilia y pasar una mañana o incluso todo el día, ya que nos trae una grata sorpresa si andamos por los acantilados unos cinco o diez minutos que nos llevan a unas pequeñas playitas en las que podremos disfrutar de un dia inolvidable. Las formidables vistas, su agua cristalina, un baño reconfortante en unas aguas tranquilas y transparentes, en general todo su entorno haran que no olvidemos jamas este