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21 de noviembre de 2011

LA CARA OCULTA DE LA LUNA
Luna, satélite natural de la Tierra (el término luna también se aplica algunas veces a los satélites de otros planetas del Sistema Solar). El diámetro de la Luna es de unos 3.476 Km. (aproximadamente una cuarta parte del de la Tierra) y su volumen es una quincuagésima parte del de la Tierra. La masa de la Tierra es 81 veces mayor que la de la Luna. Por tanto, la densidad media de la Luna es de sólo las tres quintas partes de la densidad de la Tierra, y la gravedad en la superficie es un sexto de la de la Tierra. La Luna orbita la Tierra a una distancia media de 384.403 Km. y a una velocidad media de 3.700 km/h. Completa su vuelta alrededor de la Tierra, siguiendo una órbita elíptica, en 27 días, 7 horas, 43 minutos y 11,5 segundos según el tiempo sidéreo. Para cambiar de una fase a otra similar, o mes lunar, la Luna necesita 29 días, 12 horas, 44 minutos y 2,8 segundos. 
La cara oculta de la Luna es la parte de la Luna no observable desde la Tierra: cada vez que miramos hacia la Luna vemos siempre la misma cara, y hay un lado que nunca vemos, comúnmente denominado el lado oscuro de la Luna. ¿Por qué siempre vemos la misma cara? Pues debido a que la Luna rota sobre sí misma en el mismo tiempo que se traslada alrededor de la Tierra, es decir, su período de rotación es igual al de traslación, lo cual origina que siempre veamos la misma cara. Esta cara permaneció oculta para la humanidad hasta que la sonda soviética Lunik 3 la fotografió por primera vez el 10 de octubre de 1959. La cara oculta de la luna es una zona mucho más accidentada que la cara visible, debido a que al estar orientada hacia el espacio, está más expuesta a la caída de bólidos, fenómeno que no ocurre con tanta frecuencia en la cara visible gracias al campo gravitatorio de la Tierra.
La luna, nuestro único satélite natural, tiene mares y montañas. Por supuesto, no se trata de agua, sino de llanuras observables a simple vista desde nuestro planeta. Cuando los primeros astrónomos observaron la luna con tan solo la ayuda de su ojo desnudo y la oscuridad de las noches, imaginaron las características de nuestro único satélite natural y las manchas y los cráteres de la superficie lunar les permitieron especular con la existencia de relieve. Ya entrado el siglo XVII, Galileo Galilei, en sus observaciones con el telescopio distinguió dos tipos diferentes de superficies lunares, y utilizó la denominación “mares” para referirse a las regiones más oscuras. De más está decir que éstos no tienen agua (no hay agua en la luna, como tampoco atmósfera). Se trata de planicies con pocos cráteres. Si pudiéramos dar un paseo por la luna –lo cual nos resultaría difícil debido a que la fuerza de gravedad es menor que en la Tierra, por ello los astronautas van dando grandes saltos-, observaríamos un paisaje montañoso: a la alta densidad de cráteres se les suman las cadenas montañosas, que repiten los nombres de las terrestres. En la luna también hay Apeninos, Pirineos, Cárpatos y Alpes. Estas zonas lunares más altas reflejan más luz que los mares, por eso se las ve más brillantes desde la Tierra. Los mares, por su parte, son planicies extensas y más oscuras, que fueron formadas hace 3000 millones de años por lava extremadamente caliente que afloró a la superficie lunar. El principal elemento de su composición es el basalto. Recubren el 16% de la superficie del satélite y se ubican principalmente en la cara visible del mismo.
Levantando la vista hacia el cielo, observaríamos a nuestro planeta brillando azulado con una intensidad mucho mayor a la de la luna vista desde la Tierra, esto se debe a que nuestro planeta refleja más luz solar. Los nombres de los mares Al conjunto de los mares de la luna suele denominárselo maria (palabra latina plural de mar). Los nombres dados a este tipo de superficie también incluyen océanos (como el Océano de las Tempestades), lagos, bahías y hasta pantanos. Estos últimos, si bien tienen las mismas características que los mares, son menores de tamaño. Hay cerca de veinte mares en la cara de la Luna observable desde la Tierra. Algunos de los mares más importantes de la luna son el Mar de la Tranquilidad (escenario del alunizaje del Apolo XI el 20 de julio de 1969), el Mar de Lluvias (el de mayor superficie, con aproximadamente 1120 kilómetros de diámetro), el Mar de la Serenidad, el Mar de los Humores, el Mar de la Crisis y el Mar de las Nubes.

MOVIMIENTO DE LA LUNA
La luna posee movimiento de rotación y movimiento de traslación.
Movimiento de Rotación: Lo realiza sobre su eje, en 27 días, 7 horas, 43 minutos y 11,5 segundos.
Movimiento de Traslación: El movimiento de traslación lo realiza al-rededor de la Tierra, siguiendo una órbita elíptica. Ambos movimientos, el de rotación y el de traslación, los realiza en igual tiempo. Es la razón por la que desde la Tierra solo se observa uno de sus hemisferios. La cara opuesta no es vista desde la Tierra.
FASES DE LA LUNA
Luna Nueva: Se produce cuando nuestro satélite se ubica entre la Tierra y el Sol (está en conjunción) durante su movimiento de traslación. La superficie lunar aparece como un disco oscuro.
Cuarto Creciente: Tres días después de iniciada la fase de la Luna nueva el hemisferio se va iluminando, hasta que el sétimo día podemos ver iluminada la mitad de la cara (Luna en cuadratura).
Luna Llena: Se inicia a los 14 días. Se produce la Luna está en oposición, es decir, la Tierra queda entre la Luna y el Sol, en línea recta. La cara de la Luna aparece totalmente iluminada.
Cuarto menguante: Se inicia a los 21 días. Está iluminada solo la mitad y va disminuyendo (nuevamente en cuadratura). A los 28 días inicia la fase de luna nueva.

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