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7 de marzo de 2012

EL OSO POLAR
El deshielo de los casquetes polares ha convertido a los osos polares en una especie amenazada. Aunque las normas legales hacen necesario que se incluya a los osos polares en la lista de especies amenazadas, hay que dejar claro que esto no supone ninguna medida adicional contra el cambio climático o para evitar el deshielo de los polos. La causa de esta situación es el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero provocado por el hombre. La solución requiere una acción conjunta de las mayores economías del mundo para que sea efectiva. Los osos polares viven sólo en el Ártico y en las bahías de Hudson y James, en Canadá, así como en la costa este de Groenlandia. y dependen de los casquetes polares para cazar. Hace unos años los osos polares del Ártico se colocaron en una lista de especies en peligro de extinción. Ahora, un nuevo estudio concluye que la reducción de emisiones de gases del efecto invernadero podría salvar a los animales. Científicos de varias instituciones dicen que las reducciones significativas de las emisiones contaminantes, en los próximos 10 a 20 años, podrían dejar suficiente hielo marino en el Ártico al finalizar el verano y a principios de otoño, lo que permitiría salvar al oso polar. Muchos científicos interpretaron los resultados previos como irreversibles, si embargo esta teoría es cuestionada hoy en día. Utilizando un modelo informático para calcular el efecto de varios planes de reducción de emisiones de gases del efecto invernadero, se concluyó que “el descongelamiento del hielo polar es una acción que puede ser detenida”. Y de esta forma salvar a los osos polares. Los gases del efecto invernadero, en particular el dióxido de carbono de las plantas de energía y las emisiones de automóviles, están causando un aumento en las temperaturas del Polo Norte. Lo que este informe indica es que podemos salvar el ecosistema del Ártico, y cuanto antes actuemos mejor será para los osos y el planeta en su conjunto. El calentamiento global, afecta a su ecosistema, una vez que al derretirse antes las zonas en las que caza (hasta 3 semanas antes que hace unas décadas), no consiguen almacenar suficiente grasa corporal para pasar adecuadamente el verano

Los osos polares tienen un cuerpo más alargado y estilizado que el resto de los osos debido a sus costumbres acuáticas pero, al igual que las otras especies, su marcha es plantígrada, y en las zarpas tienen cinco garras afiladas y curvadas que utilizan para agarrarse al hielo y atrapar a sus presas. Son animales bien adaptados a su entorno; las plantas de los pies están recubiertas por pelos largos que les proporcionan protección frente al frío del hielo, y las patas delanteras, además de tener unos pies muy anchos, están forradas por un pelaje más duro y rígido: las utiliza a modo de remo para nadar mejor. Todos los osos polares son blancos, pero por el efecto de la luz pueden parecer de color pardo, amarillento e incluso verde muy claro. Se alimentan de frutos, plantas, mejillones y algas marinas, pero sus presas favoritas son las focas, aunque de vez en cuando capturan morsas. Son animales robustos: un macho puede pesar hasta 800 kg, aunque el peso medio de las hembras es de 250 kg, y el de los machos de 350 kg. Los oseznos recién nacidos son muy pequeños y no sobrepasan el kilogramo de peso. Sus ojos permanecen cerrados durante los 40 primeros días después de su nacimiento, tienen que tomar leche cada pocas horas y la madre los suele mantener cerca para proporcionarles calor. Los machos llevan una vida solitaria, vagando y cazando sobre el hielo, excepto durante la época de celo en la que se reúnen con las hembras formando parejas. El periodo reproductor tiene lugar entre los meses de mayo y junio, y el periodo de gestación dura unos ocho o nueve meses; parece ser que se da el fenómeno de la implantación diferida, de manera que el desarrollo del embrión no comenzará hasta el otoño. La hembra suele parir una sola cría, a veces dos. Al llegar el mes de octubre, se refugia en una osera construida por ella misma e hiberna hasta principios de marzo, entonces, saldrá al exterior con sus oseznos nacidos en diciembre o en enero. Los machos y las hembras no preñadas no realizan una verdadera hibernación, aunque pueden cobijarse en sus guaridas si el clima es adverso. Raramente ha atacado al hombre (y esos casos corresponden casi todos a animales heridos previamente por el hombre mismo), hasta hace unos años su caza masiva, incluso desde barcos y helicópteros, hizo descender tanto su número que pasó a especie en peligro de extinción, por lo que se prohibió su caza. Pero ahora parece que vuelve a situarse en la misma posición por diferente motivo. El calentamiento Global.

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