Las principales marcas de la
automoción se están ocupando de producir vehículos eléctricos porque consideran que representan un beneficio
para el medio ambiente y una solución al cambio climático. En la actualidad, los coches convencionales dependen del petróleo,
un bien muy codiciado que no todos los países poseen y que, por ende, hace que
el resto del mundo quede en una relación de dependencia del "oro
negro". El petróleo pertenece al grupo de las energías fósiles contaminantes. La emisión de un coche eléctrico es cero en
gases contaminantes y de efecto invernadero, responsables del calentamiento del
planeta y por ello del cambio climático. Sin embargo un mismo coche eléctrico
puede resultar más o menos “verde” dependiendo de la huella del carbón de la
electricidad que se ha utilizado para cargar su batería. Un análisis que tiene
en cuenta todo el ciclo de producción de energía, desde el pozo de petróleo
hasta las ruedas, demuestra que en áreas donde la producción eléctrica proviene
de centrales térmicas de carbón el coche eléctrico puede resultar más
contaminante que los últimos modelos de gasolina. Ahora bien si la procedencia
de la producción eléctrica es de fuentes de energía renovable-eólica , solar,
geotérmica, hidráulica, olas, biomasa- nuclear o de gas, el coche eléctrico
entonces tiene un gran potencial para reducir emisiones de dióxido de carbono,
en comparación con los coches de motor de gasolina. Para evitar las
consecuencias del calentamiento global y con ello del cambio climático por
emisiones de los vehículos, es necesario no solamente que las industria del
automóvil ofrezca alternativas a los vehículos de motor de combustión interna,
mediante vehículos de emisión nula o mínima (coches eléctricos o híbridos).
Sino también que las fuentes eléctricas que carguen las baterías de estos
coches sean a su vez de nulas (energías renovables y nucleares) o bajas
emisiones de gas. Durante estos últimos años, el Ministerio de Industria,
conjuntamente con las principales marcas de automóviles, ha
estado trabajando con el objetivo de lograr fabricar coches
que causen menos daño al medio ambiente. Por supuesto, estos coches "más
ecológicos" tienen que poseer la misma calidad e idénticas
prestaciones que los coches convencionales. Hasta el momento,
y más allá de que en el mercado ya se están comercializando coches híbridos capaces de combinar baterías eléctricas con
motores de gasolina, los coches totalmente eléctricos
(a través de una pila de combustible o de una batería) tan sólo eran un sueño que
las grandes empresas automovilísticas se han esforzado por obtener.
Actualmente, los coches eléctricos, menos contaminantes
y más silenciosos que los de motor de combustión, se presentan como la única
alternativa al petróleo en el mundo de la automoción, y pueden representar una
solución contra los efectos del cambio climático porque, además de que emiten menos gases de efecto invernadero y de que no dependerían del
petróleo, los coches eléctricos generarán muchísima menos contaminación acústica que la que generan los de motor de gasolina. El coche
eléctrico aparece así como una solución de independencia para aquellos
países que no tienen esta fuente de energía
y se comienzan a presentar como la alternativa más viable en el mundo
automovilístico. Otra de las ventajas de un coche eléctrico son
sus componentes
y el ahorro considerable que ello conlleva durante la vida del mismo. En este
caso me voy a referir al Toyota Prius por ser un vehículo que lleva con
nosotros unos cuántos años y ya está rodado. Este vehículo tiene un motor
eléctrico permanentemente engranado al diferencial de la transmisión, sin
ningún tipo de embrague (lo conduciremos como un coche automático, acelerar y
frenar sin tener que hacer uso del pedal de embrague para meter las
velocidades), su sistema de tracción CVT (Continuously Variable Transmission)
es un cambio automático que no lleva embrague, sino un variador, por lo tanto
no existe pérdida de tracción y le permite acelerar de 0 a 100 km /h en 10.9 segundos.
La clave de este sistema es un engranaje planetario que une el motor eléctrico,
el térmico y el generador. El par que puede generar el sistema de propulsión es
unos 480 Nm. Por razones de espacio, la transmisión de par entre la corona y el
diferencial se hace mediante una cadena de transmisión y dos pares de
engranajes. El Toyota Prius no lleva correa de distribución sino CADENA, (un
ahorro importante para sus dueños ya que no deberemos estar atentos al cambio
de la correa de distribución para que la rotura de esta no dañe nuestro motor,
siendo su reparación un importante desembolso para el dueño del vehículo. La
cadena se puede decir que es eterna y se
irá con el vehículo si decidimos cambiarlo). No lleva turbo (un elemento
bastante caro a la hora de repararlo y con un porcentaje de averías bastante
alto).Tampoco lleva Caudalímetro (otra avería frecuente en los motores de
combustión moderna). Carece también de volante motor (avería frecuente y
costosa en muchos automóviles del mercado actual). También carece de alternador
(que es otra de las averías más comunes en un vehículo, ya sea por cambio de
escobillas o su bobinado interior). Y ES AUTOMÁTICO NO MECANICO, no lleva caja
de cambios, por lo que nos olvidaremos de la costosa reparación de ésta en caso
de avería. El Prius no tiene marcha
atrás, sino que invierte simplemente el sentido de giro del motor eléctrico principal
para retroceder, para ello utilizaremos un botón que accionaremos a voluntad
cuando queramos hacer uso de esta marcha. Dicho esto se puede decir que es el
vehículo soñado para el que dedica su actividad profesional a devorar kilómetros,
tanto en carretera como indudablemente en ciudad. Todos los elementos que he
nombrado antes son averías comunes en los vehículos y el Toyota Prius carece de
todos ellos, por lo que parece ser que este tipo de vehículo está llamado a
ocupar un lugar muy importante en el sector del automovilismo a nivel mundial. El
vehiculo utiliza 2 motores para su desplazamiento. Uno eléctrico y otro
convencional de gasolina. La activación de cada motor es completamente
transparente e imperceptible para el conductor. La combinación de ambos motores, controlados
por un sistema electrónico de gestión permite unas bajas emisiones de C02 (
104g/km) y unos reducidos consumos ( 4.3 l/100km según fabricante, 5/6 litros
de media consumo real ). Unas cifras que nos harán obtener un ahorro
considerable a la hora de llenar el depósito. Como particularidad cabe
mencionar por ejemplo, que al levantar el pie del acelerador y/o pisar el
freno, los dos motores se desconectan, ofreciendo un consumo nulo y unas
emisiones de 0 g
/ km. En ese momento el sistema eléctrico aprovecha la energía de frenado de
las ruedas para recargar la batería. En cuanto al funcionamiento, nos daremos
cuenta enseguida que el coche cuando está parado no emite ningún sonido como el
típico ralentí, ya que se apaga, deja de emitir sonidos y gases con el
consecuente beneficio para todos los que habitamos el planeta azul. Según la última normativa sobre el
impuesto de matriculación en función de las emisiones de CO2, el Toyota Prius
no está gravado con dicho impuesto. En cuanto al equipamiento no tiene que
envidiar a ningún vehículo del momento ya que viene de serie con todos los
elementos de seguridad, fiabilidad y estabilidad que hay en el mercado y en su
categoría. Después de unas cuantas décadas de zancadillas al automóvil
eléctrico por parte de las grandes compañías monopolizadoras del mercado
petrolífero y automovilístico, podemos empezar a soñar que los vehículos
venideros van a ser menos contaminantes, con un aporte que beneficiará en su
parte correspondiente al mundo que deberemos dejar en herencia a nuestros
hijos. ¿Se estará acabando el petróleo? ¿Y debido a ello éstas grandes
compañías comenzarán a monopolizar también el sector de energías no contaminantes? Yo pienso que si.
El negocio no se acabará nunca, siempre habrá alguien pensando en como obtener
más poder que su vecino.
Totalmente cierto, es importante acomodar los autos a nuestro medio ambiente, no al revez.
ResponderEliminarTerrenos en Lima