La Coctelera Animada

SALVAN VIDAS LOS RADARES 

Una pregunta que todos nos hemos hecho en alguna ocasión. ¿Los radares recaudan dinero o salvan vidas? No sabemos si atribuirlo a la recaudación, a la misión de los agentes de tráfico o la cara dura de algún gobernante que ve la ocasión perfecta para recaudar dinero y llenar las arcas municipales y estatales. La realidad es que si hay radares nuestra velocidad es menor cuando conducimos al volante de nuestro coche, aunque muchos sólo lo hagamos cuando vemos la señal. La cuestión es si deben existir los radares y donde  deben ubicarse. Yo particularmente creo que los radares deben existir para todo aquel que no sea capaz de asimilar que por las vías de transito de automóviles no viaja el sólo y que su seguridad no depende de si mismo, por muy buen conductor que sea, ya que un error de otro nos puede traer trágicas consecuencias aun cuando nosotros conduzcamos con la máxima precaución. Otro aspecto a destacar es la colocación del radar por parte de las autoridades que no siempre es la más adecuada. Los radares sólo deben instalarse en los tramos con peligro real de accidente y deben usarse como herramientas útiles de la seguridad vial, y nunca como métodos de recaudación. Los radares deben prevenir el accidente. Los agentes de tráfico que trabajan a pie de carretera creen que gracias a estos equipos mueren menos personas y las asociaciones de víctimas les dan la razón, pero realmente los radares salvan vidas o muchos de ellos sólo buscan la recaudación. Muchos radares están situados en vías de baja siniestralidad con el único fin de llenar las arcas. Una vía con un alto porcentaje de paso de vehículos es mucho más rentable que una carretera secundaria, por la cual pasa menor cantidad de vehículos aunque en esta última se produzcan un número elevado de accidentes, lo que hace suponer que éste método es un negocio o quizá una negligencia por parte de
las autoridades. Otro asunto a destacar es la ubicación de radares fijos o móviles camuflados por decirlo de alguna manera. ¡Que es lo que deseamos conseguir!, que el conductor aminore su velocidad y cumpla con las normas de circulación o simple y llanamente lo que todos sabemos. No sería mejor que los agentes de circulación se dejaran ver más y de esta manera el poder disuasivo que tendrían influiría directamente en el conductor. El mismo radar móvil que está multando a los conductores en una vía se podría poner en el mismo lugar y bien visible con una baliza que indicara PELIGRO AMINORE SU VELOCIDAD TRAMO PELIGROSO eso si que salvaría vidas, ya que los conductores al verlos aminorarían su velocidad y acometerían el tramo a una velocidad adecuada. ¿Y el fin económico? ¿Porque existen radares en autovías o autopistas que no tiene como fin la prevención de accidentes? En una autovía con dos carriles en un sentido y otros dos en el otro,  y sin apenas curvas peligrosas, donde no se adelanta sino se rebasa a otro vehículo ¿que función ejerce un radar salvando vidas? El radar sólo influye en la velocidad que lleva en ese momento el conductor pero no previene de un tramo peligroso, y si no es un tramo peligroso porque tiene esa ubicación, ya sabemos porque, no hace falta que lo repita. La cuestión de si el radar es un instrumento para mejorar la seguridad de las carreteras o un mero elemento recaudatorio tiene una respuesta muy clara, para que la gente levante el pie del acelerador es mucho más efectiva una baliza encendida de un coche patrulla que un radar escondido. Si adviertes a otros usuarios con una doble ráfaga de la presencia de la policía de tráfico o de un radar semioculto, te pueden sancionar, cuando en realidad tú estás contribuyendo a que quien ve la señal sea del todo prudente. Sería más efectivo, que el coche con el radar en vez de estar oculto, se paseara haciendo ráfagas. Estas son algunas de las incongruencias de las leyes de tráfico. Si hablas por el móvil conduciendo o comes la sanción es inmediata, pero puedes fumar, llevar navegador, hurgarte la nariz, discutir con la mujer, etc etc y mil cosas más que distraen la atención. Es bueno que haya normas, pero como sigamos así va a dar miedo salir a disfrutar de un día de campo con el vehículo. Nosotros, la sociedad, sólo vemos lo que el vecino hace mal y lo denunciamos, pero no nos damos cuenta que al denunciar al vecino nos estamos denunciando a nosotros mismos. El turno del vecino llegará algún día y nos denunciará por algo que el no cree correcto, con esto, otra normativa mas y así sucesivamente hasta que no podamos salir de casa mas que con un manual que nos vaya diciendo que podemos hacer y que no. Y mientras tanto el Ayuntamiento, la comunidad o el estado llenando sus arcas de nuestros bolsillos. Deberíamos reflexionar todos y comenzar la casa por los cimientos, educando a nuestros hijos y formándolos de manera  que cuando estén a los mandos de un vehículo tengan muy claro que conducir es una acción que implica como primera regla la de respetar y ser respetado por los demás conductores.