EL ANDROIDISMO
El androidismo es la
atracción erótica hacia los robots, una modalidad que ha cobrado fuerza en la
primera década del siglo XXI con la aparición de androides con una apariencia
similar a las de los humanos. Internet ha contribuido a difundir la afición a la
tecnosexualidad. ¿Puede un ser humano
enamorarse de un robot? ¿Es una perversión tener relaciones sexuales con una
maniquí? La idea aparecía ya en Frankenstein. El cine lleva planteándose estas
mismas preguntas desde sus inicios, creando autómatas o replicantes en
películas visionarias como Blade runner o Inteligencia Artificial que concibió
un mundo futuro en el que existían legiones de cyborgs dedicados a ofrecer
placer carnal. A día de
hoy cualquiera que desee animar sus relaciones
sexuales cuenta con una amplísima gama de artículos especializados. Pero esto no es nada en
comparación con lo que nos depara un futuro próximo. Es posible que en unos años
tengamos a nuestra disposición robots que sirvan de juguetes sexuales con
discurso electrónico y sensores que los capacitarán para emitir sonidos
agradables cuando los
humanos acaricien sus zonas erógenas ya que la tecnología
avanza a una velocidad endiablada. ¿Será posible que los robots venideros tengan emociones, personalidad y
conciencia? Nos hablaran, podrán hacernos reír, dirán que nos aman como un
humano de propia voz. En las relaciones amorosas el asunto
es diferente. El arte de la conversación es el aspecto más difícil de crear en
un robot. Imaginemos por un momento que usted desea que su robot le hable de
cosas interesantes para usted, que actúe como si fuera su media naranja,
comparta intereses similares a los suyos y tenga un humor similar. Al paso que
vamos, en unas décadas tendremos robots que hablarán al vernos, que experimentarán buena parte de
nuestros sentimientos, emociones y no se distinguirán demasiado de nosotros.
¿Como deberemos programar nuestros robots? Nosotros escogeremos el modelo de
robot, pero y ellos, como podrán amarnos sin la opción de escogernos o
rechazarnos. Quizá el día a día hará el cariño como en los humanos. De todos
modos siempre habrá personas en el mundo que se encuentren solas y por un
motivo u otro no sean capaces de mantener una relación con otro de su misma
especie y deseen explorar un nuevo mundo. Para ellos la elección será entre la
soledad o la relación con un autómata o robot. Una reflexión respecto a nuestra
sucesión sería el descenso demográfico, podría llegar a ser algo irreversible.
A quién dejaremos nuestro legado en la tierra después de algunas descendencias
si comenzamos a tener relaciones sentimentales con androides y por consecuencia
dejar de tenerlas con nuestros semejantes.
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